miércoles, 6 de octubre de 2010

Recordando viejos tiempos

Siempre me ha gustado la documentación... un recuerdo de la época en la que trabajaba administrando los servicios de Internet en la Universidad del Cauca en el 2004.

El proyecto

Los documentos

También encontré la bitácora del proceso que desarrollamos para crear la División de Tecnologías de Información y Comunicación.

Vaya tiempos aquellos.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Comenzando con las finanzas

Decidí estudiar finanzas y la verdad es que estoy encontrando una pasión.

Quiero compartir con ustedes mis primeras notas de clase porque fue la primera vez que usé XMind para componer mis mapas mentales y la verdad es que me gustó mucho más que FreeMind.

Les adelanto las imágenes exportadas, aunque les recomiendo bajar archivo completo con los archivos de hoja de cálculo incrustados, enlaces web y las facilidades de navegación. Lo pueden descargar aquí.

Este es el índice, puedes ver las imágenes de cada sección aquí.

martes, 6 de julio de 2010

Gestión tecnológica en Colombia

La gestión de tecnología es un tema que me ha inquietado desde hace algunos años, por fortuna he tenido la oportunidad de tener pequeños acercamientos desde diferentes roles: como emprendedor, como estudiante, como participante en procesos asociativos y como docente. Realmente puedo decir que me sentía muy atraído por los malabares que son necesarios para mejorar la productividad, principalmente en empresas de base tecnológica.

Luego de poco más de un año, esta temática vuelve nuevamente a mi camino, o de pronto yo al de ella, como sea, lo importante es que el interés permanece intacto.

De el enorme abanico de información seleccioné un artículo de Pere Escorsa y otros dos investigadores: INTELIGENCIA COMPETITIVA Y TRANSFERENCIA DE TECNOLOGÍAS: REFLEXIONES PARA EL DESARROLLO DE LA RELACIÓN UNIVERSIDAD – EMPRESA.

Después de revisar el artículo, alguna documentación relacionada con el tema y de revivir algunas experiencias, pienso que todos estos modelos si bien funcionan en otros países o regiones, el caso de las empresas y universidades colombianas presenta retos diferentes.

La famosa palabra innovación ronda permanentemente todos los sectores de la industria, siempre suena bien, pero en ocasiones se convierte en una carga e incluso una frustración, cuando empresas en difícil situación luchan por prevalecer y creen que si envían a algunos de sus empleados e incluso el propio dueño a un curso de innovación, verán la luz al final del tunel.

Pues bien, la realidad es que ahora es muy difícil crear productos exitosos a partir de la casualidad. Las empresas necesitan invertir recursos para pensar y hacer, para implantar procesos de gestión de conocimiento y modelos de innovación. Necesitan aprender permanentemente, almacenar ese conocimiento y difundirlo al interior de su organización.

Pero tampoco se queda ahí el asunto. La inteligencia competitiva o tecnológica entra en la arena como un instrumento para que la empresa tome decisiones estratégicas y tácticas, mostrándole información analizada sobre el mercado, proveedores, competidores y tecnología. Estos resultados permitirán accionar esfuerzos en la vía correcta.

La empresa tendrá que adquirir nueva tecnología, crear nuevo conocimiento, nuevos productos, tendrá incluso que crear nuevas tecnologías que a su vez venderá a otra empresa. Es así que llega el concepto de transferencia de tecnología.

En Colombia la realidad es que es muy poca la tecnología que se crea. Si bien, todos los días se hace transferencia de tecnología, la gran parte es para incorporación de tecnologías llave en mano, desde una o un millón de licencias de MS Windows, hasta una plataforma para prestar servicios de telecomunicaciones.

Por eso el reto está en generar conocimiento y tecnología que sea comercializable a gran escala, y verdaderamente, esto no es cosa fácil, más aun, cuando el presupuesto para ciencia y tecnología en nuestro país está muy por debajo de 1% del PIB.

Aquí es cuando entra en juego la universidad, como un actor que históricamente se ha dedicado a la generación de conocimiento. Ahora las universidades tienen organizaciones internas dedicadas a la investigación y el desarrollo, y en muchos casos es su carta de presentación.

Sin embargo, las universidades y sus grupos de investigación están concentrados en competir con publicaciones, bueno, de hecho es un factor importante que tiene una relación directa con el conocimiento generado, sin embargo, esa no debería ser la esencia, sino la problemática de la sociedad y por ende de la industria.

Seguramente se está diciendo a sí mismo que precisamente la problemática de la sociedad es la que le da a los grupos de I+D los objetos de investigación, de hecho sí en la mayoría de los casos, de lo contrario no obtuvieran financiación. El problema radica en que son pocos los investigadores que apropian su trabajo con esa esencia, probablemente porque lo que la mayoría se limita a buscar su sustento de alguna manera.

La cosa se complica más cuando la universidad tiene que interactuar con la industria y viceversa.

La empresa en algunos casos no tendrá los recursos necesarios para llevar a cabo las tareas de inteligencia tecnológica y vigilancia competitiva, incluso para investigar y desarrollar, por lo cual una opción será buscar a la universidad.

Por otro lado, la universidad tendrá que sacar provecho de los resultados de investigación que ha obtenido, y también tendrá que justificar nuevos proyectos a la luz de las políticas nacionales de ciencia y tecnología, llegando finalmente a tener que buscar problemas que resolver en la industria.

Las relaciones entre la universidad y la industria están mejorando, sin embargo, veo a grandes empresas que jamás han tenido esa interacción, así como a grupos de investigación que aun no tienen idea de las prioridades que tienen las empresas.

Ahora bien, la creación de organismos mediadores, como las oficinas de transferencia de tecnología, los observatorios tecnológicos, centros regionales de productividad, e incluso los parques tecnológicos y las incubadoras, está permitiendo avanzar hacia nuevos esquemas de trabajo y prácticas de transferencia de tecnología que hasta hace algunos años eran posible solo en el imaginario, al menos en Colombia.

Muchas empresas nacientes se están beneficiando de estos organismos mediadores, principalmente de las incubadoras y parques tecnológicos, obteniendo apoyo que va desde la formulación de su plan de negocios hasta asesoría para obtener recursos a partir de proyectos de investigación trabajando conjuntamente con grupos de I+D.

Finalmente tengo que decir que aun hay mucho trabajo por hacer en Colombia para apalancar un desarrollo social y económico suficiente para garantizar el bienestar de toda la sociedad, y que pareciendo tan lógico al ver otros países, que la respuesta está en el conocimiento, sea tan difícil acceder a la educación superior, el presupuesto para ciencia y tecnología sea tan bajo comparándolo con otros paises latinoamericanos como Chile, y más penoso aun, cien veces más pequeño que el presupuesto para la defensa.

Bueno, este documento es solamente un manojo de pensamientos derivados de la lectura del artículo de Escorsa y de la aun pequeña visión que tengo sobre nuestra realidad.

martes, 6 de abril de 2010

Innovar con tecnología, ¿la desarrollamos o la adquirimos?

¿Hacia dónde vamos y cuáles tecnologías necesitamos para llegar allá? Muchas veces nos hicimos esta pregunta en Avatar Ltda, la primera empresa que fundé y de la cual ya no hago parte.
Cuando tuvimos claro hacia dónde queríamos ir, ya sabíamos cuál iba a ser nuestra tecnología nuclear, sin embargo, esto requirió un esfuerzo considerable, pasando por otra pregunta, ¿desarrollamos la tecnología o usamos una existente?
En este documento voy a hacer un análisis simplificado de 3 estrategias de innovación: hacer, comprar y cooperar, y cómo fueron evaluadas y llevadas a cabo en Avatar, aunque debo aceptar que en aquel momento, hace 6 años, no habíamos tenido en cuenta teoría alguna relacionada con la innovación, solo sabíamos que queríamos salir adelante con nuestra empresa. Sin embargo, haciendo un análisis retrospectivo, veo que realizamo tareas similares a las que sugeriría ahora, luego de conocer algunas herramientas.
Avatar nació del afán de usufructuar el conocimiento adquirido durante 3 años de trabajo intenso en redes de datos, servidores y servicios de internet y de la oportunidad que el software libre ofrece para implementar soluciones sin pagar licenciamiento.
Al inicio, los esfuerzos de la empresa se centraron ofrecer soluciones en el mercado de centros de datos de empresas medianas. Para esto, la fuente de conocimiento estaba disponible de manera abierta en Internet y combinado con la experiencia de las personas que hacían parte, los primeros resultados fueron satisfactorios.
Se puede decir que la primera estrategia de adquisición de conocimiento en Avatar no fue ni hacer ni cooperar, sin embargo, tampoco lo fue comprar, porque usamos conocimiento y tecnología con licencias abiertas como FDL, GPL, Apache, BSD y otras. Más bien, diría que la estrategia utilizada fue asimilar o absorber.
En este punto viene el primer interrogante, si usamos tecnologías libres, todo el mundo puede usarlas, ¿cómo podíamos tener una ventaja competitiva? La realidad era que se estaban creando empresas con iniciativas muy similares, y teníamos que tomar una decisión.
Después de hacer una exploración exhaustiva y análisis prospectivos, llegamos a un nuevo camino, la telefonía IP corporativa, y desde luego viene nuevamente la pregunta ¿qué tecnología usaremos? ¿La desarrollamos?
Evaluamos escenarios en los que nosotros mismos creamos la tecnología que necesitábamos, pero esto requería una inversión y tiempo que no teníamos. Teníamos que seguir activos en el mercado, pero tampoco queríamos convertirmos en comerciantes de cajas negras al distribuir una o unas marcas en particular. Finalmente, encontramos la tecnología que necesitábamos en el mundo del software libre, invertimos unos recursos en su apropiación y comenzamos a trabajar con ella. Aunque se trataba igualmente de tecnología libre, creimos haber logrado una ventaja competitiva derivada del tiempo de entrada en el mercado, dado que la tecnología estaba en una fase incial de crecimiento, y no había muchos adeptos. Se trataba de asterisk.
Asterisk, la PBX open source más usada en el mundo, fue el núcleo de la empresa por un año y medio, momento en el cual vimos nuevamente amenazado el futuro a mediano plazo para la empresa. Nuevamente estaban apareciendo empresas ofreciendo soluciones basadas en la misma tecnología que usábamos, así que necesitábamos tomar decisiones. En esta segunda ocasión, el escenario era diferente, nos habíamos especializado en las tecnologías asociadas a la voz sobre IP, conocíamos de cerca el mercado, los competidores, las nuevas aplicaciones que estaban apareciendo, habían muchas ideas y teníamos ya un nombre en ese mercado. Era el momento de tener un producto único, y sabíamos qué era lo que el mercado pedía. Para obtener un producto único, la estrategia que econtramos inicialmente era hacer, es decir, desarrollar nosotros mismos, sin ambargo, el presupuesto era cuantioso y no lo teníamos.
La otra opción era conseguir un socio capitalista, opción que definitivamente no nos gustaba para nada, probablemente por la desconfianza o inexperiencia en el mundo de los negocios.
Seguimos explorando alternativas por algún tiempo, hasta que encontramos una convocatoria de Colciencias para desarrollo tecnológico.
La cooperación como medio para adquirir tecnología estaba ante nosotros por primera vez. Esta convocatoria exigía que el ejecutor sea un grupo de I+D, y el más cercano estaba en la Universidad del Cauca. Aquí comenzaron muchas preguntas. ¿Que tan efectivo sería el desarrollo? ¿Qué iba a pasar con los derechos sobre el producto? ¿Cómo mantendríamos el producto y sus versiones futuras después del proyecto? Una parte importante en estas respuestas estaba en que habíamos decidido que el producto tendría licencia GPL, la licencia más usada en el mundo del software libre. La otra parte fue el acta de propiedad intelectual.
Identificamos un grupo de I+D con buena trayectoria en la Universida del Cauca y comenzamos la formulación del proyecto, que entregamos a finales del 2006. Un año después, Colciencias decidió co-financiar el proyecto e iniciamos el desarrollo de un nuevo producto con la expectativa de que sea innovador. Innovación a través de la estrategia de cooperación.

viernes, 26 de febrero de 2010

La estrategia de los cuatro círculos

Leyendo el segundo capítulo de este libro de Manucci pensé en lo bien que este señor pudo abstraer la realidad compleja que nos rodea. Hice unos mapas mentales que comparto con los aficionados...



Creo que no tenía nada más que hacer ;)

sábado, 6 de febrero de 2010

Yo innovador, tu innovador

Quiero hacer empresa...

¿Cómo puedo ser más innovador?

Con este interrogante comienza un estudio publicado en el Harvard Business Review hace apenas unos meses. El estudio se titula “The Innovator’s DNA”. Es en realidad un buen artículo, pero no quise dejarno en la teoría como pasa con la mayoría de la información que podemos encontrar sobre el tema, y lo he usado de base para estructurar algo tangible que permita responder a la pregunta inicial a través de acciones concretas. Algunas partes de mi publicación son traducciones textuales del artículo y propiedad del HBR

Me intrigó saber que en la mayoría de las empresas estudiadas, los altos ejecutivos no se sienten responsables directos de las estrategias de innovación, más bien, se sienten responsables de facilitar el proceso de innovación. Mientras que por otro lado, los ejecutivos senior de las empresas más innovadoras, apenas un 15% del total estudiado, no delegan el trabajo creativo. Lo hacen ellos mismos.

Algo interesante del artículo es que a partir de un estudio de los hábitos de 25 emprendedores
innovadores y de encuestas con más de 3.000 ejecutivos y 500 personas que han iniciado empresas innovadores o inventado nuevos productos, se llega a la conclusión de que las personas innovadores parecen tener algo diferente al resto de nosotros, algo que los caracteriza y que les ha permitido lograr lo que tienen. Estas habilidades según el estudio son: asociatividad, cuestionamiento, observación, experimentación y networking. Los emprendedores innovadores invierten 50% más tiempo en estas actividades que los CEOs que no tienen registros de innovación.

Lo bueno parece ser que estas habilidades se pueden cultivar, así que si no las tenemos ahora, las podremos tener si tomamos medidas, y he decidido ponerme algunas tareas para comenzar, pero este ejercicio sería aun más interesante si no lo hago solo, así que dale tu también y nos vemos en el camino...

La primera habilidad es el cuestionamiento. Cuestiona lo incuestionable. Hace 50 años, Peter Drucker describía el poder de las preguntas provocativas como “El trabajo importante y difícil nunca es encontrar la respuesta correcta, es encontrar la pregunta correcta”. Los más grandes innvadores han cuestionado lo establecido, lo que nadie se había cuestionado. ¿Porqué no puedo volar? ¿Cómo llegamos a la luna? ¿y si no cobro nada por los minutos de llamadas que consumen mis suscriptores, cómo gano?

Aquí tenemos nuestra primera tarea: Nos preguntaremos todo el tiempo ¿Porqué? y ¿Porqué no? y ¿Que tal si?. No dar nada por sentado y partir siempre de la premisa que cualquier cosa que se haya hecho puede ser mejorada. Tomaremos 20 minutos al día para escribir 5 nuevas preguntas que impongan retos en nuestra empresa o industria. Pensaremos en situaciones opuestas, nos impondremos restricciones y pensaremos en cómo sortearlas, de hecho es una excelente forma de estimular la creatividad, por algo las restricciones son el octavo principio de la innovación en Google.

La observación es la segunda habilidad. A menudo grandes innovaciones surgen de ideas a partir de la observación de otras personas trabajando y viviendo sus vidas normales. Las personas innovadoras, cuidadosa, intencional y consistentemente están en la búsqueda de esos pequeños detalles en las actividades de los clientes, proveedores y otras empresas, siempre nutriendo opciones sobre nuevas formas de hacer las cosas.

Nuestra segunda tarea será observar y tomar nota, cuidadosa, intencional y sistemáticamente sobre todas las cosas que atraigan nuestra atención, habiendo limpiado previamente nuestros filtros mentales y poder ver así lo que ahora no vemos. Aunque lo haremos de manera permanente, dedicaremos un día completo por mes a la observación en nuestro campo de acción.

Las habilidades de cuestionamiento y observación solo se manifiestan en nuestra mente, de ahí la importancia de la experimentación. Como dijo Thomas Edison, “No he fallado. Simplemente he encontrado 10.000 formas en las que no funciona”. Para los innovadores, el mundo es su laboratorio. A diferencia de los meros observadores, quienes experimentan construyen experiencias interactivas e intentan provocar respuestas no ortodoxas para ver qué pasa. Uno de los experimentos más poderosos que puede hacer un innovador es vivir y trabajar en diferentes lugares. El estudio reveló que entre en más paises haya vivido una persona, más útil será su experiencia para generar productos, procesos o negocios innovadores.

Nuestra siguiente tarea será experimentar. Vamos a hacer cosas que nunca hemos hecho, conocer gente que no habíamos imaginado y visitar más lugares en este año de los que hemos visitado en los 2 anteriores. Nuestra palabra favorita será “Hacer”.

La cuarta habilidad, el Networking, le sirve a los innovadores para salir de su camino y encontrar personas con diferentes clases de ideas y perspectivas, extendiendo así los límites de su propio conocimiento. Kent Bowen, el científico fundador de CPS Technologies (creador de un innovador compuesto cerámico), colgaba el siguiente credo en cada oficina de su empresa: “Lo que necesitamos para resolver muchos de nuestros problemas más retadores están fuera de nuestra industria y campo científico. Debemos agresiva y orgullosamente incorporar en nuestro trabajo, hallasgos y avances que no son inventados aquí”. Los científicos de CPS han resuelto numerosos problemas complejos hablando con gente de otros campos. Un experto en tecnología de películas de Polaroid sabía cómo hacer el compuesto cerámico más fuerte. Expertos en tecnología de congelamiento de esperma sabían cómo prevenir que el cristal de hielo crezca en las celdas durante el congelamiento, una técnica que CPS aplicó a sus procesos de manufactura con un éxito sin precedentes.

De aquí que la próxima tarea será ampliar nuestra red social, a través de facebook, LinkedIn, asistiendo a eventos en otros campos del conocimiento, aprendiendo nuevas disciplinas, algo de historia, algo de psicología...
De manera enfática, ampliaremos nuestro discurso y hablaremos con muchas personas, particularmente con las 5 más innovadoras que podamos conocer, compartiremos ideas y les preguntaremoa qué hacen para estimular su pensamiento creativo.

La última habilidad es la asociatividad, que nos permite conectar cosas aparentemente sin relación alguna, como preguntas, problemas o ideas de campos diversos del conocimiento. Aquí la clave es que entre más diversa es nuestra experiencia y conocimiento, más conexiones puede hacer el cerebro.

Como dice Steve Jobs, “creatividad es conectar cosas”. La asociatividad es como un músculo
mental que puede crecer y ser más fuerte a través del uso de las otras habilidades, por eso nuestra tarea aquí es encontrar la forma de darnos cuenta que nuestro cerebro tiene cada vez mayor capacidad para asociar. Vamos a ver en cuánto tiempo obtenemos resultados tangibles.

Bien, esto fue corto pero sustancioso, ahora vamos a trabajar!

Danny Fernando Bravo López